Envianos fotos, videos
o consultas:
3496 534414

Campaña y mentiras de la UCR que tras los palos en la rueda «va por todo como sea»

Empieza una nueva campaña y el radicalismo esperancino vuelve a hablar de diálogo y búsqueda  de consensos, justo lo contrario a lo que hace desde hace tantos años. Detrás del armado electoral está el grupo de siempre enceguecido por el poder y el dinero.

 

Como todos sabemos el ejercicio de la democracia contiene innumerables factores positivos que posibilitan el desarrollo de sociedades más justas y sobre todo más libres, pero también conlleva aspectos y detalles que en muchas ocasiones rozan el absurdo.

Últimamente sobresalen las campañas proselitistas donde partidos y candidatos se enredan en una vorágine de frases, slogans y consignas, casi siempre acompañadas de fotos con las cuales ametrallan al electorado. Así se suceden días y semanas donde proliferan las sonrisas permanentes y los saludos y palmadas infinitas para cualquier ser vivo que se acerque.

Pero la cosa no queda ahí. Ese espectáculo siempre implica una estrategia conceptual que involucra palabras muy utilizadas pero que nunca pierden su prestigio y vigencia. Es posible que en los próximos meses nos cansemos de escuchar todo tipo de propuestas justamente basadas en cuatro o cinco ideas que son comunes a todos los participantes y donde los grupos más poderosos sientan sus bases seguras a la hora de buscar votos.

 

Ahora diálogo, antes máquina de impedir

Pero a veces esos detalles en boca de ciertos sectores son aún más exagerados y nos llaman la atención especialmente. Algo de esto ocurrió días pasados con la presentación de la lista radical «Espacio Creamos», que competirá en las internas del Frente Progresista con el abogado Andrés Grenón al frente.

Entre otras frases para el recuerdo el candidato señaló que se trata de un equipo muy sólido y resaltó seguidamente que «trabajaremos en conjunto, vamos a tender puentes de diálogo, en mi caso cuando he sido concejal durante 9 años y medio he tenido excelente diálogo con dirigentes del peronismo, también con la democracia progresista y el Pro. Para que Esperanza tenga políticas de Estado que trasciendan las gestiones son necesarios los acuerdos. Estamos para hacer y para escuchar».

Es posible que la intención del Grenón ciudadanos sea esa porque es una buena persona, pero no podemos obviar que responde a un grupo de poder donde lo primero que se deja de lado a la hora de pensar la política es precisamente el diálogo… El otro es un enemigo que hay que minimizar cueste lo que cueste. Una realidad que por supuesto se vuelve palpable una vez que pasan las elecciones, nunca antes y mucho menos en la campaña.

Palabras como articular, consensuar, acuerdo, conjunto, carecen de significado real salvo para darle más protagonismo a un grupo que se conformó a sí mismo como una máquina de crear poder y concentrar dinero, lo demás puede esperar.

Incluso las personas de su propio partido sufrieron las consecuencias directas de ese accionar. Dirigentes que siempre los ayudaron en esos trámites de pasar por encima de todo y de todos con el sólo objetivo de mantenerse a costa del Estado, con el tiempo cayeron en el olvido o simplemente cumplen tareas menores. Fueron útiles para un determinado momento y listo. Esa es su visión de la política: un combate perpetuo a todo o nada.

 

Proyectos y falacias

Como si no alcanzara con la articulación de palabras que más o menos gustan a la opinión pública y que son útiles para los objetivos de este sector del radicalismo local, también en la campaña hay lugar para los proyectos. Es fácil advertir que la plataforma electoral es rellenada con propuestas más o menos faraónicas e irrealizables que sólo buscan concitar la atención de la gente. Actos reflejos de un modo de entender la función pública. Propuestas que si no serían parte de un ardid publicitario bien podrían figurar en el catálogo de chistes malos de alguna revista de humor.

Como muestra basta nombrar la propuesta de construir un puente peatonal que cruzaría ruta 6 en inmediaciones de Avenida Los Colonizadores. Por mencionar una de las ideas que fue presentada por los comunicadores de dicho sector, algunos que desde siempre cobran por exaltar las supuestas bondades de este grupo duro del radicalismo y otros que disfrazados de independientes, después de distanciarse, volvieron a los brazos de Fascendini tentados por la billetera del vice que no duda en emitir cheques basados en dinero de todos los santafesinos para promocionarse y cubrir a sus candidatos locales.

Lo anterior es una muestra palpable de populismo barato. Hablan de obras que derivarían en desembolsos enormes para el erario público. Una innegable contradicción con su accionar en el Concejo Municipal, donde bajo el argumento de «disminuir el gasto» tratan de frenar toda acción de gobierno sin importarles las consecuencias para los vecinos.

Un ejemplo lo pudimos ver en los pasados cuatro años, ya que siempre obligan a reducir lo planeado por Meiners y su equipo, con el único fin de desgastar a la gestión municipal.

En síntesis, se trata de palabras y proyectos que suenan bien pero que sólo buscan encandilar al electorado. Más de lo mismo en un sector que se quedó con lo peor de la vieja política, es decir con las trampas y las mezquindades, encima ahora vuelven a la carga y son capaces de cualquier cosa.

 

Por: J.L.