La mamá de la criatura que ayer al circular en bicicleta fue atropellada por una camioneta quiere conocer a la joven que no dudó en acercarse al menor para darle contención mientras llegaba la ambulancia. Entre todos tenemos que encontrarla.

Muchas veces en medio del dolor nacen hermosas historias que cobran real dimensión una vez que pasa el sufrimiento y lo que vamos a contar a continuación se enmarca en lo que decimos.

Empezó ayer segundos después que una camioneta colisionó con una bicicleta conducida por un nene en Avenida Colonizadores y Rivadavia, ya que una joven todavía no identificada justo pasaba por el lugar y no dudó en detener la marcha de su motocicleta, sacarse el casco y socorrer al menor que más allá de las lesiones padecía los nervios lógicos que genera un hecho de esta naturaleza.

Mientras la ambulancia estaba en camino ella «hizo de psicóloga» y por minutos hasta se «disfrazó de madre» de la víctima para brindarle contención y amor.

Después llegó lo mejor porque a pesar que debido a la espectacularidad del accidente en el cual la bicicleta terminó debajo de la camioneta se podía pensar lo peor, gracias a Dios el chico se recupera satisfactoriamente.

La importancia de estar ahí

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Por eso segundos después del choque, ayer pasadas las siete de la mañana, un fotógrafo y un redactor arribaron al lugar, lo que derivó en que a los pocos minutos el material haya estado disponible, reuniendo en el transcurso del día más de 7.800 visitas.

Respuesta

«Hola, soy mamá de Abel Bravo, él tuvo el accidente hoy. Quiero avisar que está bien, sólo se trató de un golpe y de un gran susto. Me gustaría poder contactar a la chica que lo socorrió. Si la conocen por favor avísenme. Es la chica con el casco en la mano. Mi teléfono es 0342 – 154361872», dice el mail enviado a esta página en la tarde de ayer, cuando la realidad era otra luego que los médicos llevaron tranquilidad por la salud del nene.

Lo que viene

En esta historia con final feliz los dos extremos demuestran sus cualidades humanas, porque por un lado en una mañana fresca una joven no dudó en frenar su marcha -¿iba a su trabajo?- para asistir al menor, cuando podría haber mirado y seguido, como hacen muchos; y en la otra punta la mamá, ya más serena, no olvida el gesto, porque en esos segundos de indefensión su hijo tuvo la mano, el abrazo y las palabras de aliento de esta desconocida, hecho que quiere retribuir quizás de la misma manera, con un fuerte abrazo y un gracias enorme.

Como las buenas historias también son noticia, invitamos a los miles de lectores que a diario siguen los contenidos de Esperancino.com.ar a que hagan un esfuerzo y aporten cualquier dato que crean conveniente para que podamos encontrar a la mujer solidaria.

Por este motivo, además de nuestro mail, ponemos a disposición el 15534414 para recibir información que nos permita identificarla o, al menos, avanzar en ese sentido, de manera que después acerquemos los detalles a la madre y cerremos el círculo de este hermoso momento que nació en medio del dolor.