La causa que investiga un supuesto caso de grooming a una menor por parte del ex sacerdote Walter Maggiolo, de la parroquia Nuestra Señora de la Merced de Monte Vera, tuvo su audiencia de constitución de querellante.

La misma se desarrolló en la Sala 2 del subsuelo tribunalicio y fue ante el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP) Nicolás Falkenberg, quien aceptó que la víctima, una chica de 16 años, se constituya como querella y tenga participación en el proceso por medio de su abogada Érica Stalker y el fiscal de la causa, Estanislao Giavedoni.

El caso remonta a mayo de este año, luego que los padres de la adolescente difundieron el caso por los medios de comunicación y después hicieron pública la denuncia que habían radicado contra el sacerdote. Dicha demanda ingresó al Ministerio Público de la Acusación el 26 de ese mes y abrió una investigación para determinar si existió un supuesto caso de «acoso sexual cibernético».

Esperan informes

Si bien el caso todavía no cerró una imputación, la Fiscalía busca establecer cuál es el delito que cometió Maggiolo con la joven. Para ello, desde el organismo judicial solicitaron a las empresas de redes sociales Facebook e Instagram una serie de informes. En tanto, se investiga si existen más casos similares como el de la chica.

Esos informes fueron requeridos luego de que la víctima explicó que el cura intentó seducirla por medio de mensajes de Instagram, pero la chica lo rechazó en todo momento. Días después tomó el coraje para denunciar al sacerdote.

Momento de shock

Previo al comienzo de la audiencia de constitución se dio un tenso momento entre la víctima y el ex cura, ya que el mismo llegó a la sala junto a sus abogados defensores, Rodolfo de Aguirre y Juan José Patiño.

Tal cruce causó que la adolescente tenga un estado de shock y deba ser trasladada hacia una sala contigua que se encuentra dentro de la sala Nº 2 de los tribunales penales. Ante tal situación, el acusado debió marcharse y no estuvo presente en la audiencia.

En tanto, el juez Nicolás Falkenberg ordenó que el público presente quede fuera de la sala ya que el caso afecta intimidades de una menor que no deberían ventilarse a la misma sociedad.