Esperanza muestra una carpeta asfáltica muy deteriorada, realidad que es visible a simple vista y alcanza a distintos barrios, tras varios años donde el mantenimiento y los arreglos brillaron por su ausencia o al menos fueron mínimos.

Por eso valoramos la puesta en marcha del Plan de Bacheo que diseñó el actual gobierno municipal, que partió de un pormenorizado análisis calle por calle, donde se identificaron más de 160 problemas “grandes” y cientos de inconvenientes “de menor tamaño”.

Con los datos en la mano empezó el diseño de las soluciones, que prevé una inversión millonaria por parte de la gestión encabezada por Rodrigo Müller y que incluye tapar esos baches, pero también corregir la causa de los problemas -cuando se puede- y sumar el sellado de juntas en decenas de calles de hormigón, tarea tan necesaria para evitar males mayores en el corto y mediano plazo.

En la actualidad se pueden observar varios frentes de obra en diversas zonas de la ciudad, donde se pide circular con precaución.