Los días de tensión no aflojan. Hace algunas semanas un camionero embistió a un grupo de manifestantes en el sur de la provincia causando la muerte de un trabajador, paso previo a que los compañeros de la víctima incendien el vehículo. La rápida intervención de la policía impidió que las cosas empeoren aún más.

Ahora se registró otro caso de estados alterados, aunque por suerte no hubo que lamentar víctimas fatales, sí tres personas resultaron heridas.

El hecho ocurrió en San Lorenzo y Ovidio Lagos, frente al Ministerio de Trabajo de Rosario. Empleados suspendidos por General Motors se concentraron en dicho lugar mientras esperaban el llamado a una audiencia de conciliación. En medio de la protesta un automovilista traspasó el piquete y a las pocas cuadras fue detenido por la policía. Tres manifestantes y un agente sufrieron heridas de distinta consideración.

Uno de los trabajadores señaló que el conductor “venía a alta velocidad y arremetió con todo, nos quiso atropellar, nos quiso matar”.

Otro de los manifestantes indicó más o menos lo mismo y relató; “Caí sobre el capó y vi cómo retrocedía con el auto y aceleraba a fondo, pasó por encima de nuestra bandera y no nos mató de casualidad”.

Esperemos que estos hechos no se reiteren ni sean una costumbre. A nadie le gusta que corten una calle y le impidan circular, pero un mínimo de orden y civilidad debe existir siempre. Se trata de situaciones que pueden terminar muy mal y que sin dudas generan más tensión social en todos los ámbitos.