Amenazas, golpes, encierro y violaciones, 34 años viviendo con una bestia humana

Se trata de un sujeto apellidado Argüello, quien trabajaba en el municipio y está imputado por los delitos de abuso sexual con acceso carnal calificado por el uso de arma de fuego, privación ilegítima de la libertad y tenencia indebida de arma de fuego, todo en perjuicio de su cónyuge.

 

Lo conoció hace más de tres décadas y comenzó una relación con quien parecía un ser encantador, pero al poco tiempo empezó a padecer un calvario mientras vivían juntos en otra ciudad.

En 1994 se instalaron en Esperanza, lugar en que reside toda la familia de su esposo, gente muy conocida más que nada en el sector norte de la ciudad. Allí finalmente debió soportar las peores vejaciones... No podemos entrar en detalles para no sumarle más drama a la víctima, pero sólo una mente perversa y totalmente perversa puede ejecutar lo que ahora la fiscal Urquiza trata de probarle a Argüello, de 59 años, quien cayó ante una denuncia que daba la sensación de ser un caso de violencia doméstica, uno de los tantos que ocurren en la ciudad, pero el expediente avanzó y la mujer de este verdadero chacal fue soltándose hasta contar que estuvo como rehén de su pareja, ya que tenía prohibido salir de la casa que compartían, aseguró que vivía armado y que debía obedecer todo lo que le indicaba. Era una esclava.

Al mismo tiempo cayó preso el padre de este sujeto, porque al parecer recibió con un revólver a los policías que estaban por ejecutar la orden de allanamiento. Todo esto fue contado apenas pasó por este portal, ya queEsperancino.com.ar es el medio líder en información, aunque es justo decir que nunca imaginamos, en la Justicia tampoco, que derivaría en un hecho que no tiene antecedentes en nuestra región.

 

Entretelones

Son 34 años de locura extrema, pero judicialmente Argüello es acusado por lo sucedido entre 1994 y 2017, los últimos 23 años que vivió en la capital de Las Colonias con su mujer y tuvo varios hijos.

Las pruebas reunidas por la fiscal Urquiza le permitieron primero llevarlo tras las rejas, después imputarle los delitos de abuso sexual con acceso carnal calificado por el uso de arma de fuego; privación ilegítima de la libertad agravada por ser cometido con amenazas y en la persona del cónyuge; y tenencia indebida de arma de fuego de uso civil y de arma de fuego de guerra, para finalmente conseguir que el juez lo mantenga privado de su libertad mientras avanza la causa.

"Según informó la víctima, la última situación de abuso ocurrió el lunes 24 de julio de este año, la que motivó la denuncia", informó la fiscal, quien repasó las actuaciones que ella sigue de cerca desde el primer minuto. "Inicialmente se solicitó una orden de allanamiento y concurrió personal policial a constatar esta situación. Se entrevista a la señora y también son atendidos por el marido de la mujer, es decir el imputado, que se encontraba armado al momento de ingresar los agentes.

La señora relata que en los últimos 34 años que estuvo casada con este hombre, y a lo largo de toda la vida, él había mantenido con ella relaciones no consentidas siempre bajo amenazas de arma de fuego.

También la había sometido de diversas maneras, no la dejaba salir del domicilio bajo ninguna circunstancia, ni al médico podía ir y la amenazaba con el arma realizando disparos al aire.

El relato de uno de los hijos menor de edad da cuenta de haber visto estos sometimientos por parte del padre. Ella cuenta que él iba con su arma siempre y esto es constatado al arribar el personal policial al lugar. Son todos elementos que respaldan la versión de la señora.

Ella cuenta además que tenía mucho miedo porque sus suegros eran personas violentas que tenían armas ilegítimas. Se procedió a otro allanamiento, el mismo día, por personal de la Comisaría de la Mujer e Infantería. Se acercan al domicilio del suegro de la mujer, un hombre de 80 años y fueron recibidos, tal cual contó la denunciante, de una forma muy violenta, revólver en mano y gritando que los iba a matar a todos. El equipo debió utilizar la fuerza necesaria para neutralizar el peligro y reducirlo.

Su señora, que tiene aproximadamente 76 años, tenía también un elemento cortante en su mano. Estas dos personas fueron detenidas, y el hombre imputado por el delito de atentado calificado contra la autoridad y tenencia de arma indebida de arma de fuego de uso civil y de guerra.

El mayor de los hombres, por cuestiones de edad y salud, permanece sujeto al proceso con medidas alternativas a la prisión preventiva".