La comerciante esperancina fue asesinada dentro de su local de accesorios por Jorge Alberto Romero, un delincuente que ya había sido condenado por un episodio similar en la ciudad de Santa Fe en 2013. Compartimos el texto de su marido.

La noche del último 8 de noviembre el cuerpo de Gabriela Degiorgio fue hallado sin vida en su local de venta de ropa y accesorios ubicado en Rivadavia y Lehmann.

Con el correr de las horas se confirmó que la comerciante fue asesinada a golpes en ocasión de robo y abuso por Jorge Alberto Romero, un santafesino de 28 años que ya tenía una condena por un episodio similar.

El 3 de julio del 2013 “El Tío”, apodo del femicida, entró a una panadería de la ciudad de Santa Fe con la excusa de pedir trabajo, pero luego abusó de la empleada, la golpeó brutalmente y escapó llevándose la recaudación de la caja cuando entró un cliente.

Para Gabriela

“Otro mes más sin vos, seis meses de dolor que no sana ni calma.Y uno cada vez te extraña más, te necesita más. Yo no elegí esto para nuestros hijos, ni para mí, mucho menos para vos, amor. Vos tampoco. Nadie merece lo que te hicieron. ¿Cómo se calma tanta impotencia? ¿Cómo olvidar tu sonrisa, tu voz, tu cariño? Nos hacés tanta falta, nos quedaba tanto por cumplir, por disfrutar, por pasar, sea bueno o malo, pero juntos”, escribió su marido, Carlos Navarrete.

“Cuando parece que uno va sanando, se vuelve a romper en mil pedazos, y a veces sin tiempo ni siquiera de juntarlos para poder seguir, porque te volvés a desarmar, y nada quita lo profundo y fuerte del dolor de no tenerte y de que nos hayan quitado todo lo que teníamos, sea bueno o malo, sea mucho o poco, pero nuestro.

Nadie tiene derecho a hacer lo que te hicieron y nos hicieron a todos los que te amamos y quisimos. Nadie tiene derecho a quitarle a nadie los sueños, los planes, las ganas, la vida”, agregó su pareja.

“De dónde sacar fuerzas para seguir si para siempre faltará algo. Nos va a faltar quien fue fundamental en nuestras vidas. Y no hay justicia a la vista, ni habrá justicia que alcance.

El mundo sigue, pero nada es igual sin vos. La casa no despierta sin tu ‘Hola papucho’, ‘Hola mis amores’ y tu ‘Amoooor’.

Todo pasa te dicen, pero esto no pasa, no se cura, no se soluciona y no se revierte. Esta herida no se cierra. Y te extraño tanto, te extrañamos tanto, te necesitamos tanto. Todo es incompleto sin vos. Cada día, cada cumpleaños, cada reunión entre amigos y cada encuentro familiar.

Quisiera ser yo quien falte, quisiera haber podido evitarte todo. Quisiera otra oportunidad, de decirte todo, de expresarte todo el amor, de que veas lo que me cambiaste y mejoraste como persona, todo lo que dejaste bueno en mí, y en cada uno de los que te rodeamos.

Dios te tenga a su lado, y en paz, mi amor”, finaliza el mensaje.