Las discusiones sobre los juicios laborales siguen ocupando espacio en los medios de comunicación de gran parte del país. Las declaraciones del presidente Mauricio Macri contra la mala aplicación de las leyes y su pedido a la Unión Industrial Argentina para que lo ayude a destrabar el problema no fueron bien recibidas en el sector gremial.

Sobre el tema Darío Ortega, secretario general de la CGT a nivel local, opinó que el primer mandatario erra el camino, «el presidente es un empresario y habla desde ese sector. Para nada estoy de acuerdo con eso de que existe una mafia. Los derechos laborales del trabajador son su defensa. Si se ganan juicios es porque el trabajador tenía razón, la amplia mayoría de los pleitos se ganan porque la ley le da la razón al asalariado».

Ortega agregó que se trata de un gobierno de Ceos que defienden sus intereses, «consideran que cuanto más ahogan las leyes laborales mejor les va a ir. Hace tiempo que buscan modificar muchas cosas y en ese camino están las leyes laborales. Ellos piden ayuda a los empresarios grandes y a las firmas de sus familias y amigos, buscan sumar presión para tumbar leyes de muchos años de vigencia».

A su vez enfatizó que «ya lo dije en su momento, vendrán malos tiempos para los trabajadores. Ahora vemos lo que pasó con los discapacitados, que si no fuera por la presión social no hubieran dado marcha atrás. Hay una gran presión sobre las clases bajas y beneficios para las clases altas».

Indicó que todavía no hay comunicados a nivel nacional sobre el tema, y afirmó que «como sindicalista no soy de promover juicios. Las situaciones se dan de esa manera. Si un empresario paga como corresponde y cumple no tendría que tener un juicio laboral. Ocurren porque no hacen bien los deberes y después la Justicia da su veredicto, aunque casi siempre la parte trabajadora termina teniendo razón, sino seria al revés».

Y remató que «no hay que cambar la ley que ampara a los trabajadores, no hay por qué modificarla. Si eso ocurre el asalariado quedará desamparado, entonces a dónde va a buscar Justicia, con qué se defiende el trabajador. No nos olvidemos que hay empresarios que son muy vivos, no son carmelitas descalzas».