A veces ciertas casualidades que se producen en la vida real parecen superar los mejores guiones de cualquier ficción.
El hecho ocurrió en pleno centro de la ciudad de Rosario, cuando el fiscal Fernando Dalmau circulaba en su vehículo y se detuvo a la espera de la luz verde del semáforo en Pellegrini y Sarmiento.
En un determinado momento observó que uno de los tantos jóvenes que se ganan unos pesos entreteniendo a quienes esperan seguir su marcha hacía malabarismos, para luego pasar la gorra.
El fiscal observó que la cara de ese sujeto le resultaba conocida… Segundos después se dio cuenta que se trataba de Matías L, de 29 años, quien se encontraba prófugo de la Justicia por no presentarse ese mismo día a una audiencia en Tribunales a declarar por un robo cometido en diciembre de 2014.
Al no asistir al llamado, el fiscal Fernando Dalmau le pidió al juez José Luis Suárez que Matías L sea declarado en rebeldía y se ordene su captura. Lo increíble fue que apenas unas horas después de esa decisión el propio representante del MPA se topó con el prófugo, quien muy tranquilo estaba haciendo sus malabares con el objetivo tal vez de sumar unos pesos para el fin de semana.
Por supuesto que de inmediato Dalmau llamó al 911 y la policía motorizada detuvo al joven en cuestión de minutos, así que se acabaron los malabares… o tendrá que hacer malabares para zafar de la Justicia.