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El sábado se concretaron allanamientos simultáneos en la localidad de Pilar y en la ciudad de Rafaela, todos ordenados por el juez federal Miguel Abásolo Guastavino, quien intenta determinar el rol de cada uno de los detenidos dentro de una amplia red de comercialización de drogas.

Los procedimientos fueron ejecutados por la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones, luego de trabajar en el tema durante varios meses. Finalmente con la presencia de personal fuertemente armado perteneciente a Gendarmería Nacional, Tropas de Operaciones Especiales y Policía de Acción Táctica, irrumpieron en cinco viviendas de Rafaela y en tres del mencionado pueblo de Las Colonias.

En Pilar uno de los lugares en los que secuestraron estupefacientes fue en las instalaciones del Club de Caza y Pesca, donde según la investigación el hijo de la familia encargada de cuidar el lugar comercializaba droga en el lugar.

Dos mujeres, dos hombres y una persona trans en la Perla del Oeste, y tres masculinos y una mujer en Pilar, terminaron tras las rejas y los agentes lograron secuestrar estupefacientes, dinero en efectivo, celulares y motovehículos.

Un “jugador” local

Ningún medio de comunicación brindó datos precisos de los procedimientos por un sencillo motivo: nadie estuvo presente y sólo se limitaron a repetir información que “cortaron y pegaron” de los diarios de Santa Fe, texto que tenía groseros errores, entre ellos, que “Rafaela y Pilar, ambas poblaciones del departamento Castellanos”… Podríamos citar otros, pero ya está, es un simple llamado de atención para los colegas que creen ser las “vedettes” del periodismo y si bien están cada día más cerca de las plumas, es evidente que en lo periodístico sólo sirven para repetir lo que les vienen dictando desde hace treinta años.

Como Esperancino.com.ar nació para contar todo y con lujo de detalles, no nos quedamos con esa escueta y errónea noticia, por eso podemos adelantar que ahora la Justicia tiene en la mira a un esperancino, ya que apareció en varias agendas y teléfonos secuestrados.

Cada vez que se quedaban sin droga, si no podían viajar hasta Rafaela, ¿los narcos de Pilar recurrían a un proveedor de Esperanza que supo trabajar para la “célebre” Gringa? Ampliaremos.