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Punto turístico: aprobaron la puesta en valor del Puente Mihura

El Concejo Municipal votó por unanimidad la puesta en valor del Puente Mihura, propuesta impulsada por el edil radical Rodrigo Müller. El pedido implica realizar un estudio de factibilidad para un puente peatonal y mejorar las condiciones de la zona de propiedad pública para convertirlo en un punto turístico.

“Pretendo recuperar espacios para disfrutar de nuestra historia. Aun cuando no existe una conexión tan directa con los hechos que recuerdan nuestra historia, porque no somos contemporáneos, ni nuestros padres lo han sido, es importantísimo recuperar y mantener nuestra memoria como ciudad”, manifestó Rodrigo Müller.

Historia

El Paso del Mihura ubicado sobre el Río Salado, fue la primera conexión entre la ciudad capital y Esperanza. Al primer puente lo construyó un inmigrante alemán en 1864 (Christian Claus junto a Carlos Müller). En el lugar también se levantó una estancia y un molino hidráulico.

Este hito histórico representa parte de lo mejor de la historia de Esperanza, en una época en que nuestros edificios como ciudad rivalizaban con los de Rosario y Santa Fe.

En una época donde nos visitaban los presidentes orgullosos del desarrollo económico y social de las colonias al oeste de la Provincia de Santa Fe y estas marcaban el camino para Argentina. El de la movilidad social y el crecimiento económico

En 1870, el presidente de la Nación de aquel entonces, Domingo Faustino Sarmiento, llegó a la ciudad de Esperanza y quedó “maravillado” por el progreso en la zona de las colonias.

Justamente la importancia de solicitar que se valore desde este Concejo Municipal como punto turístico ese lugar demuestra la importancia de recuperar nuestra historia.

Uno de los grandes historiadores que dio la ciudad como Hugo Zingerling destacó a dicho lugar como uno de los puntos de la denominada “fiebre molinera”.

El presidente Carlos Pellegrini destacó a Esperanza durante su visita por la gran presencia entre otros establecimientos, el de Molinos Harineros y la llamó la “ciudad de las chimeneas”.