En la tarde noche del sábado con la llegada de los competidores a Zenón Pereyra, luego de haber largado la segunda etapa en las primeras horas de la tarde en Miramar de Anzenuza, donde el viernes culminó la primera etapa que se inició en Zenón Pereyra, llegó a su fin la séptima edición de las “300 Millas de Santa Fe”, que de esta manera volvieron a disputarse luego del impass del año pasado por la pandemia.
La competencia que se organizó en un tiempo récord de dos meses tuvo una buena cantidad de competidores no sólo de nuestra provincia sino que además se hicieron presentes competidores de Córdoba, Entre Ríos, Buenos Aires y Buenos Aires, dándole una gran jerarquía a este evento que año tras año va ganando mayor cantidad y calidad de competidores que lo hacen con vehículos que son verdaderas reliquias de joyas mecánicas.
Entre ellos estuvieron los vecinos residentes en Esperanza Alberto y Lautaro Santesso (copiloto), padre e hijo, que ganaron en la categoría Clase A Baquet con un Ford Baquet 1929.
Con el realizaron 600 kilómetros en total, 300 de ellos bajo lluvia.
Partieron desde Esperanza, pasaron por Zenón Pereyra y llegaron a Marchiquita. Luego volvieron a Zenón Pereyra y regresaron a nuestra ciudad, concluyendo la travesía.