Este sábado se cumplen 100 años de la colocación de la piedra basal del templo que hoy es la Basílica de la Natividad de la Santísima Virgen.
“Fue en la década del 20 cuando se decidió demoler la antigua Iglesia y levantar este este templo que hoy sigue siendo un signo de la presencia de Dios en medio de la ciudad de Esperanza.
Este orgullo de toda la ciudad, de belleza única nos habla del amor a Nuestra Madre y de la fe de nuestros antepasados”, manifestó el padre César Zingerling.