Tras el anuncio del regreso a las clases presenciales y la difusión de los protocolos, una vecina se contactó al WhatsApp de Esperancino.com.ar (3496-534414) para pedir ayuda y “poder hacer llegar el reclamo al Ministerio de Educación”.
En referencia a las declaraciones de la ministra provincial Adriana Cantero que publicó este diario, la mujer manifestó que “en caso de un contagio, como se menciona en la nota, se procede al aislamiento”.
Y se preguntó: “¿Quién se responsabiliza de que mi esposo no se contagie, es de alto riesgo, no está trabajando desde marzo por el DNU. No está vacunado, y mis hijos están en estado de angustia y ansiedad de contagiar a su padre y que vuelva a estar en coma inducido como lo estuvo en el 2017”.
Detalló que su esposo “estuvo en coma inducido 10 días y luchó durante 47 días entre la vida y muerte. Los médicos de Rosario, donde fue atendido, consideran que está vivo de milagro. Mis hijos transitaron todo eso, y ya están con estado de mucha angustia, ansiedad, temen contagiar a su papá, y el nene más chico me pregunta si todo estará bien y ‘que pasa si papi se contagia’.
No se dan una idea el estado de angustia que esto está generando en mis dos hijos, uno llegó a lastimarse las manos por exceso de lavado y el más pequeño tiene períodos de llanto y ansiedad por las clases presenciales. Todo por el medio de contagiar a su papá”.
Luego detalló que el más grande de los chicos pasó a segundo año y el otro a cuarto grado y que no le queda otra opción que mandarlos a la escuela porque es obligatorio. También contó que ambos cursan inglés en un instituto particular y todos los alumnos “seguirán con clases virtuales los próximos meses porque los profesores no quieren arriesgarse”.
También explicó que su esposo “no está trabajando porque la empresa que lo empleó lo considera paciente de alto riesgo.
“Es horrible esto, peligra nuestra integridad física, mental y emocional. Hicimos un enorme esfuerzo por cuidarnos llevamos un año sin contagiarnos. No nos estamos juntando con familiares, ya que algunos también son de riesgo, ni viene gente a mi casa. Hasta ese punto extremamos cuidados. Esperamos vacunar a mi esposo cuanto antes para respirar con un poco más de tranquilidad”, concluyó la mujer en diálogo con Esperancino.com.ar.