Una especialista analizó el caso del femicida Jorge Romero

El violento episodio sucedido el viernes en nuestra ciudad tuvo sus repercusiones a nivel provincial y hasta nacional. La fiscal Alejandra Del Río Ayala, que no atiende esta causa, pero se encarga de investigar delitos relacionados con violencia de género, reconoció en Aire de Santa Fe la complejidad que existe para abordar este tipo de situaciones.

- Hace seis años este hombre asaltó e intentó violar. Ahora, asalta, viola y mata. ¿Qué se puede hacer desde el sistema?

- Arrancar de cero… armar la investigación, tratar de llevarlo a audiencia y condenarlo nuevamente. No hay otra herramienta que nos dé la ley para tratar a los reincidentes.

- Da la sensación de que se trata de un callejón sin salida… El sistema funcionó, lo detuvieron, lo condenaron, pero salió y mató. ¿Qué hacer en estos casos?

- Debería haber mecanismos intermedios. En primer lugar la resocialización, que es el fin del hecho de encarcelar a una persona. Debería ser un sistema de resocialización.

- ¿Usted cree que las cárceles resocializan?

- Está demostrado que no. Lo digo en general, aunque no es lo mismo un delito contra la propiedad, que un homicidio o un abuso. Las personas que cometen uno u otro delito son distintas. Cada tipo de delito tiene particularidades propias.

Habría que ver los programas de resocialización que plantea el Servicio Penitenciario, qué tan efectivos son o pueden ser para un agresor sexual, un femicida o un homicida.

- Una vez que un condenado cumple su pena, ¿hay posibilidades de mantenerlo en prisión por considerárselo peligroso?

- Si se impone una pena, no hay posibilidades de que se extienda la prisión. Si se le imponen tres años, por ejemplo, tiene que salir. No hay posibilidades de que se lo retenga.

El sistema penal llega cuando el delito ya se cometió. La condena tampoco es una solución para la sociedad, pues sería mejor para todos si el delito pudiera evitarse.

Sobre todo en casos de homicidios y los abusos sexuales, porque para las víctimas son irreversibles. No tienen vuelta atrás.

- Si en lugar de 6 años lo hubieran condenado a 10, 15 o más años, ¿el resultado sería mejor?

- No. La experiencia dice que cuanto más tiempo una persona pasa en prisión, es peor.

Lo sucedido con Jorge Alberto Romero, alias “El Tío”, demuestra claramente que en este tipo de casos el sistema no puede garantizar que lo peor suceda.

Cuando en 2013 este delincuente atacó a la empleada de una panadería de Santa Fe, le sugirió que no se resistiera porque sería peor y hasta le dijo que se entregaría a la policía.

Seis años después, cumplió su palabra a rajatabla: mató a la mujer que intentó evitar el abuso y, pocas horas después, se presentó en una comisaría y ante la sorpresa de todos dijo: “Yo soy el que están buscando”.

Fuente: Aire de Santa Fe