Recital trágico del Indio Solari, testimonios de esperancinos

Cada vez que se presenta en vivo el Indio Solari y su banda las expectativas son muchas. Cientos de miles de seguidores a lo largo y ancho del país esperan con ansias el anuncio del próximo recital para decir presente. En esta oportunidad la cita fue en Olavarría y hasta allí llegaron cerca de 300 mil personas dispuestas a vivir una fiesta del rock.

Numerosos esperancinos también decidieron acompañar al Indio, motivo por el cual viajaron en colectivos y en autos particulares. Cuando las noticias que coparon de inmediato los titulares de los principales diarios del país daban cuenta que se habían producido desmanes con heridos y por lo menos dos muertos se encendieron las alarmas en la ciudad.

Como anticipamos el propio domingo en Esperancino.com.ar uno de los colectivos que transportaron a los jóvenes de nuestra ciudad sufrió algunas demoras en Olavarría por la gran cantidad de vehículos que pretendían salir de dicha ciudad de la provincia de Buenos Aires, pero gracias a Dios todos estaban bien.

 

En primera persona

Nicolás Ávalos ofreció su testimonio en primera persona en el programa Agrourbano que conduce todas las mañanas Rubén Estrubia (FM 101.1).

En el predio se esperaban unas 150.000 personas, sin embargo asistieron cerca de 300.000. Comentó que con un grupo de personas de Esperanza contrataron a una empresa para que los traslade hasta Olavarría con el objetivo de disfrutar del espectáculo y llegaron cerca de las 11 de la mañana sin ningún inconveniente, aunque sin imaginar lo que sucedería luego.

“Cerca de las seis de la tarde se podía ver gran cantidad de gente en el predio, muchos entraron con entradas truchas, conocí a uno que ingresó de esta manera y el hombre encargado de controlar lo miró como diciendo ‘no me vengas con esto’, sin embargo lo dejó pasar”, contó Ávalos.

Señaló que aparte de la sobreventa de entradas, hubo muchísima gente que entró de manera ilegal. “Observé a gente de esta zona pasando las paredes. Había unos tablones que separaban el predio y se mandaban”.

Indicó que cuando entró al predio se ubicó bastante adelante, aunque después de un par de canciones se fue hacia atrás debido al amontonamiento del lugar. Es decir, a causa del pogo prefirió ir a la zona de atrás para evitar cualquier incidente. “El Indio paró el recital varias veces, pedía que se vayan para atrás. La seguridad no podía pasar entre la gente para ayudar a las personas que se desmayaban de tanta presión que había”.

También manifestó que recibió muchos llamados de sus familiares preocupados para conocer cómo se encontraba después de enterarse por los medios sobre lo ocurrido.

Detalló que el flujo de gente imposibilitaba la salida una vez culminado el show, sin embargo el transporte en el que se trasladaron desde Esperanza tenía un lugar de fácil acceso.

Otro de los jóvenes que fue testigo del masivo evento señaló en diálogo con Alexis Boneto que la llegada fue normal y lo primero que notaron fue la cantidad de gente. “La ciudad estaba desbordada”, afirmó.

“Entramos temprano al predio, pero a medida que se acercaba la hora del concierto la gente no paraba de ingresar -agregó el seguidor de Solari-. Después de los primeros temas nos fuimos de la parte de adelante porque no se podía estar. En esos momentos llevamos a un chico herido para que lo atiendan”.

Con experiencia en otros recitales recordó que nunca vio tantos fanáticos y que esta vez “había más gente drogada y borracha que otros años, tal vez porque se trataba de la provincia de Buenos Aires y porque corría el rumor que era el último recital del Indio”.

También indicó que “antes de que arranque la música sacaban jóvenes para atenderlos en los puestos de enfermería cerca del escenario, pero una vez que comenzó el show la gente barrió con todo lo que encontraba y esos puestos desaparecieron

Se pisaban y se agarraban a trompadas, tumbaban todo, fue una guerra… También me llamó la atención la presencia de colectivos con seguidores de la Cámpora y de Barrios de Pie y otros políticos”.

En el cierre remarcó: “No sé qué falló, pero la imprudencia fue muy grande, había gente con chicos, mujeres embarazadas y poca solidaridad, a nadie le importaba nada”.

Señalo que los esperancinos regresaron sin novedad “todos bien, el único problema surgió cuando uno del grupo se vino en auto y no avisó, lo buscamos por todos lados, el hospital, la policía y en la terminal de colectivos, por eso nos demoramos”.