Durante la realización de las tradicionales audiencias de Francisco en la Plaza San Pedro, Gastón Merlino, coordinador de viajes de una empresa cordobesa pero nacido en la localidad de Elisa, departamento Las Colonias, esperaba junto a las vallas para poder ver al sumo pontífice.
Fue allí que al momento en que el papamóvil pasó frente a ellos, Gastón le ofreció un mate y uno de los guardias de Francisco se acercó, lo tomó y se lo dio al Papa, a quien se notó a gusto con lo que ocurrió.
Gastón contó su emoción y estado de parálisis que le produjo la decisión del líder del catolicismo de detener el vehículo que recorría la plaza para aceptar el mate que le ofrecía a la distancia. "Vine varias veces a esta recorrida. pero es la primera vez que pude tener un contacto cara a cara con Francisco", señaló.
"Me preparé, llevé el mate y le pedí a mi compañero que grabara el momento con la esperanza de que el Papa acepte mi convite a la distancia. Cuando ocurrió no lo podía creer", indicó.
"Toda la gente me preguntaba qué le había alcanzado y le explicaba que se trataba de nuestra infusión tradicional. Se ve que tenía ganas de tomar mate porque cuando volví a chupar la bombilla no había dejado ni una gota de agua", explicó Gastón.