¿Negociados en desaparición de una cooperativa?: millones para pocas personas de la ciudad

En el último ejemplar de Edición Uno los colegas brindaron un adelanto de la investigación vinculada a la extraña desaparición de una cooperativa en Esperanza, institución que muchos años atrás gozó de enorme prestigio y que contaba con gran patrimonio en materia de tierras, hasta que unos pocos vivos al parecer hicieron de las suyas liquidándola de manera muy sospechosa, incluso la mayoría de los que poseían acciones -sus legítimos “propietarios”- se enteraron hace poco de esa maniobra.

A raíz de ese hecho, Esperancino.com.ar, el portal líder en información y cantidad de visitantes, también empezó a trabajar en el tema y no sólo que confirmamos el adelanto de los colegas, sino que accedimos a nuevos entretelones.

Por ejemplo, Edición Uno publicó que la cooperativa se ubicaba a pocas cuadras de Plaza San Martín y tenemos que confirmar que el llamado a una supuesta asamblea se concretó entre “gallos y medianoche”… Para colmo de males, al reclamar, a algunos familiares de los accionistas les contestaron cosas distintas: al valor de cada acción, aparentemente, lo determinaban según el enojo de la persona, porque lo que pretendieron evitar en todo momento es que el tema llegue a la prensa.

En este extraño proceder se vieron envueltos varios esperancinos, como ser el hombre que ocupó un importante cargo en la última conducción, quien llamativamente a los pocos días de liquidar las tierras habría comprado un campo en la zona este de la ciudad, en el ingreso a la capital de Las Colonias.

También deberá explicar su accionar una contadora que vaya casualidad apenas apareció el dinero de las millonarias operaciones inmobiliarias se tomó un descanso 5 estrellas en Europa.

Asimismo, una martillera tendrá que aclarar su rol, porque con ella debían negociar los accionistas y cuando “el horno no estaba para bollos” decidió abrirse. Esta mujer, ligada al ambiente de la comunicación, contaría con antecedentes similares en cuanto a transacciones poco claras con varios loteos, en particular uno hacia el sur del ejido urbano de Esperanza y otro al noroeste.

Tampoco está claro el comportamiento de la escribanía actuante, ¿dieron fe ante semejantes irregularidades?

Tres familiares de accionistas, quienes se transformaron en víctimas, se acercaron a aportar mayores detalles a Edición Uno, por eso compartimos estos datos a modo de adelanto de la tarea que verá la luz, con nombres, apellidos y fotos, en las páginas del periódico dentro de poco.

Es innegable que un par de vivos que venden una imagen de seriedad ante la sociedad hicieron muchísimo dinero abusando de la fe de muchos y para eso contaron con varios cómplices o al menos personas que aprovecharon la situación para obtener otro tipo de rédito.

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