El jugador de sóftbol oriundo de nuestra ciudad que entró en la historia de la Selección Argentina brindó sus sensaciones sobre el título conseguido, contó anécdotas del viaje e invitó a los más pequeños a sumarse a este deporte.
Con el uniforme todavía cubierto de polvo después del logro histórico con la Selección Argentina de Sóftbol, el esperancino dialogó con los colegas de ADN Radio (FM 90.1) y no pudo ocultar su emoción.
“Sinceramente los números indicaban que Argentina no podía llegar a la final, es muy nueva en esto y había países con equipos mucho mejores, pero nosotros nos mentalizamos, nos convencimos unos a otros de que era posible y finalmente lo conseguimos. Era un sueño, me tocó por sorpresa y todavía no caigo.
Sabíamos que, si pasábamos a la final, iba a ser contra Japón, pero nunca nos hubiésemos imaginado como se dio (NdR: Argentina comenzó perdiendo 2-0 y dio vuelta el resultado 3 a 2), es una situación que me tocó el corazón de forma increíble”, manifestó Juan Adolfo Potolicchio.
Más adelante contó que “nos preparamos durante cuatro años, algunos un poco más, estudiamos oponentes, nos reventamos en el gimnasio y veíamos cómo la gente va para mejorar su figura y sacar cuadraditos en los abdominales, mientras nosotros solo trabajábamos para ganar fuerza sin importar la forma que adopte nuestro cuerpo.
Fue difícil viajar a Argentina muchas veces sólo para entrenar con la Selección y no poder ver a mi familia, a mi abuela, a mis hermanos y sobrinos o sólo hacerlo a cuentagotas. Ellos entendieron mi sacrificio y eso es genial”.
A pura emoción
Cuando los periodistas de ADN Radio lo consultaron sobre el aporte que este hito puede tener respecto al crecimiento del sóftbol, indicó: “Ojalá sirva, creo que es importante que todo el deporte amateur crezca. Mis compañeros y yo tenemos familia, trabajo, estudios y entrenamos todo el día, algunos hasta son dirigentes en sus clubes”.
Una anécdota muy linda es que “me escribieron muchos capitanes de las selecciones argentinas de otras disciplinas. Comentaron por ejemplo ‘vi todo el partido y no entiendo nada, pero es hermoso verlos así’, eso te termina de emocionar”.
“Poto” mencionó que este año tuvo menos protagonismo en cancha, pero aportó mucho en la parte emocional y anímica del grupo. “Este logro llega casi en el final de mi carrera, duele decirlo, pero tengo responsabilidades y es duro estar fuera de casa… También considero que hay muy buenos talentos que aparecen, es increíble lo que hicieron los jóvenes”.
Una promesa
El esperancino contó que “en menos de un mes disputaremos los Juegos Panamericanos en Lima, Perú, después de haber sido Campeones del Mundo tenemos que ganar, no podemos fallar, lo merecemos. Tengo la medalla enfrente y no la paro de ver, es hermosa.
Les prometo que vamos a hacer todo lo posible para dejar en lo más alto a la camiseta argentina, para que nuestro himno se siga escuchando y lo cantemos llorando como hace algunas horas.
Después a nivel clubes voy a Toronto con los Gremlins, somos campeones y defendemos el título. Luego participaré del torneo europeo en Roma y de ahí parto a festejar a Argentina y continuar con mi trabajo”.
Su ciudad natal
Confesó que se debe una visita a la capital de Las Colonias “para comer un poco de torta alemana y visitar el hermoso parque que tenemos. Recibí muchísimos mensajes de esperancinos por el Mundial y por mi cumpleaños que casualmente fue el día de la final... En República Checa (país sede del torneo internacional) me encontré con un ex compañero de Los Teros (equipo de sóftbol de nuestra ciudad), me dijo que estaba en Alemania y se acercó a ver el torneo.
Mi mamá siempre decía que donde vayas te vas a encontrar con un esperancino porque tenemos ese calor, esa humildad, eso lindo que se hace ver”.
En el final, el enorme campeón dejó un mensaje para los más pequeños: “Si yo pude llegar hasta acá, lo puede hacer cualquiera, por eso invito a los chicos a acercarse a Los Teros, que tienen guantes disponibles para comenzar a practicar este hermoso deporte”.
Nota relacionada:
El esperancino Juan Adolfo Potolicchio hizo historia en el deporte mundial