Por tercera vez consecutiva se suspendió la audiencia imputativa al jefe de la Unidad Regional V de Policía con sede en Rafaela, Adrián Rodríguez, en la causa que investiga el supuesto cohecho para lograr un ascenso en la fuerza. El trámite se frustró porque el fiscal Roberto Apullán fue apartado del caso.
Rodríguez había sido detenido el 10 de octubre por orden del fiscal Apullán en la sede de la Jefatura Departamental que increíblemente todavía conduce porque no fue apartado. También se llevó adelante un amplio operativo policial que incluyó el allanamiento de las oficinas del jefe policial, quien fue trasladado a la ciudad de Santa Fe, donde quedó detenido.
Estaba previsto que la audiencia imputativa se realice en los tribunales de Santa Fe en la tarde del 12 de octubre, pero de manera sorpresiva el fiscal regional, Carlos Arietti, envió una instrucción al fiscal Apullán que ordenaba la liberación de Rodríguez inmediatamente.
Sin fundamentos precisos, Arietti además solicitó al fiscal de la causa que el acusado sea imputado, pero en estado de libertad en la propia Fiscalía.
Después hubo otras idas y vueltas hasta llegar a las últimas horas donde el fiscal regional determinó que las acusaciones al oficial policial las tramite Delitos Complejos y no Apabullán, al que también corrieron de otras causas que profundizaban sobre diversos policías y la recaudación ilegal de dinero que tendría como destinatarios a personas "de más arriba".
Un bochorno, así será más difícil limpiar a la fuerza y transparentar las acciones de quienes forman parte, de distintas maneras, de los brazos del Estado.