En la Escuela “José Manuel Estrada” hay numerosos casos donde además de enseñar lo exigido por el Ministerio, profesores y autoridades priorizaron la parte humana consiguiendo excelentes resultados. Datos del apoyo a una menor que necesitaba contención.
Desde hace varios años debido a su excelente nivel educativo, la limpieza y el orden puertas adentro, la Escuela “José Manuel Estrada” ocupa un lugar destacado en el ámbito de la enseñanza esperancina.
De todas maneras hay hechos que por lo general no trascienden y donde cobran validez las cualidades humanas de quienes forman parte de la institución.
En un establecimiento donde concurren tantos chicos es bastante habitual que haya inconvenientes derivados de cuestiones familiares, de mal comportamiento o de realidades aún más complejas, sin embargo lejos de ser una escuela “ausente” o “indiferente”, sus miembros se preocupan de forma integral por los alumnos. Por eso apenas los profesores detectan una situación irregular se acercan para contenerlos, escucharlos y junto al personal directivo encontrarles una salida.
Hay varios casos donde quedó evidenciado lo que expresamos, pero para que tengan idea compartimos algunos detalles de la historia que tiene como protagonista a una estudiante que perdió a un familiar y como consecuencia de sus lógicos vaivenes emotivos bajó las notas y decayó su rendimiento en el aula.
En la “frialdad” de su tarea quizás otro educador se hubiera limitado a calificarla con una nota y punto, pero en esta oportunidad ocurrió algo muy diferente: todos trataron de ayudarla.
Primero la convocaron para escucharla y después la contuvieron, sabemos que el acompañamiento llegó hasta los más altos cargos directivos del establecimiento. La directora varias veces la llevó a su casa fuera del horario curricular con la excusa de explicarle y para que evacúe sus dudas, pero en realidad más allá de la parte formativa, lo que la adolescente necesitaba era apoyo, un fuerte abrazo y un beso. Así pudo salir adelante y sus notas volvieron a la normalidad.
No queremos contar más detalles para preservar a esta menor, pero sí dar a conocer el caso para que sea tomado como ejemplo. Muchas veces ser docente va más allá de calificar o enseñar un tema específico, hay que tener en cuenta numerosas cuestiones y problemas que exceden los límites del aula.
Si todo se hubiera circunscripto al ámbito pedagógico la niña se llevaría varias materias y, como consecuencia directa, a lo mejor a fin de año dejaba la escuela.
Como las últimas noticias que trascendieron desde los establecimientos tuvieron que ver con asuntos que los dejaron mal parados, en esta ocasión destacamos el accionar de quienes son parte de esta entidad cimentada en la fe católica, vale la pena felicitar a sus directivos y profesores, porque como dijimos más arriba, es apenas un ejemplo dentro de varias respuestas similares, donde lo humano se ubica primero.
La educación es fundamental para cualquier comunidad y con gente comprometida con la realidad como en este caso, es posible sonar un mañana mejor.
Gentileza Edición Uno (el artículo fue publicado por los colegas el viernes 9 de noviembre 2018).