Detienen a dos adolescentes en el Centro de Jubilados y Pensionados Municipales

El oportuno llamado de un vecino permitió que en segundos un patrullero con dos oficiales llegue al predio de Castelli 455. Esta rápida reacción evitó que se cometa un ilícito, ya que hallaron en el lugar a “viejos conocidos” de la policía. Otra vez menores en conflicto con la ley.

Lo venimos planteando hace tiempo, por más que la policía haga su trabajo, si no existe un cambio en cuanto a las leyes o al menos más compromiso por parte de quienes deciden en materia de menores de edad, será muy difícil mejorar la seguridad porque varios adolescentes se sienten realmente impunes y se ríen cada vez que son apresados por personal del Comando.

El último ejemplo lo tuvimos hace pocas horas en las instalaciones del Centro de Jubilados y Pensionados Municipales, ubicado en Castelli 455, ya que un vecino vio que dos jóvenes ingresaron al predio y como no salían -está claro que no se acercaron a jugar- llamó al 911.

Segundos después arribó al lugar un patrullero con dos oficiales que se encontraron cara a cara con los menores de nuestra ciudad de 16 y 17 años, conocidos de los efectivos, en especial uno que junto a los hermanos “A” y a tres o cuatro más cae muy seguido debido a su permanente vínculo con los robos.

Consultados por su presencia allí, no supieron qué decir, tartamudearon demasiado y terminaron insultando a los uniformados (ya en ese momento habían llegado refuerzos porque ante un llamado nunca se sabe con qué panorama se encontrarán).

Como sucede siempre, labraron las actuaciones de rigor y consultaron al Juzgado de Menores que adivinen qué decidió… Sí, claro, lo mismo de siempre: que llamen a sus padres para que los retiren y los lleven a su casa a tomar algo fresco y a mirar televisión.

Esté atento, es altamente probable que esta misma semana volvamos a hablar de ellos y de robos… ¿Estigmatizamos a alguien? No, simplemente describimos a realidad que conocemos por “caminar la calle” permanentemente, cuestión que no hacen las personas que cobran sueldo para darles contención a estos chicos o para encontrar otros caminos en la vida de estos jóvenes.