Cura que estuvo en Esperanza unió en bicicleta Santa Fe con Itatí

El lunes pasado el sacerdote Javier Rossi partió de la ciudad capital de la provincia de Santa Fe con el objetivo de recorrer casi 700 kilómetros para llegar hasta la Basílica de la Virgen de Itatí, ubicada en la pequeña localidad correntina que lleva el mismo nombre.

Es la segunda vez que el cura se embarca en una travesía semejante, en esta oportunidad junto a varios santafesinos que tienen la misma pasión que él y decidieron cumplir la travesía por diferentes motivos.

"Cada uno completó la pedaleada con el corazón, pensando en todas las personas que nos apoyaron en la organización y también en los que nos pidieron una oración, por salud, trabajo o diferentes problemas", contó el párroco, al tiempo que resaltó el especial agradecimiento que tienen hacia los lugareños de las localidades que transitaron, sobre todo donde hicieron noche: La Paz (Entre Ríos) y Esquina, Santa Lucía y Empedrado (Corrientes).

"En algunos lugares nos alojamos en carpa, en otros como en Esquina tuvimos la suerte de encontrar una familia que tenía un complejo de cabañas donde nos recibieron, y luego en Santa Lucía el párroco del lugar nos dio un salón vacío de la Iglesia para pudiéramos dormir", comentó Javier Rossi.

Asimismo el cura tuvo palabras de satisfacción y alegría al comentar cómo fue la recepción de la comunidad de Itatí, donde llegaron a las cuatro de la tarde del sábado y a las 19.30 ofició una misa de acción de gracia en el altar de la Virgen, donde todo el grupo pudo dejar todas sus intenciones.

"Fue muy emocionante saber que cumplimos la misión que nos propusimos", aseveró el sacerdote, quien comentó que a las 22 del mismo día en que llegó emprendió el retorno a Santa Fe en colectivo. "Me volví con el corazón lleno de experiencias, bendiciones y anécdotas", cerró.

 

Muy querido

El padre Javier Rossi nació en Santa Fe pero se crió en Santo Tomé. Por el sacerdocio cumplió misión en Esperanza, San Carlos y Gálvez, luego regresó a la capital santafesina y formó parte de la comunidad de la iglesia del Perpetuo Socorro en barrio El Pozo.

Fue muy amigo del padre Edelmiro Gasparotto, ya que estuvo en la parroquia Nuestra Señora de la Merced durante la inundación de 2003. Luego llegó a la Parroquia María Auxiliadora y también oficia misas en la capilla del cementerio municipal.

A Itatí viajó por segunda vez, ya hizo la misma travesía desde Gálvez, cuando vivía allí, también en bicicleta. Según contó en varios medios de comunicación, en unos de los viajes para formar parte de una de las fiestas patronales más convocantes, conoció a unos correntinos que todos los años iban a la Virgen de Itatí en bicicleta y decidió sumarse atraído por la pasión por este medio de transporte y la devoción a la santa patrona. En ese momento recorrió 720 kilómetros en cuatro días y medio.